sábado, 21 de febrero de 2009

Biografia

José Adán Castelar (Honduras, 1941), Colaborador habitual de prensa en nuestro país, en el que reside, perteneció en su día a "La Voz Convocada", un grupo poético de la ciudad de La Ceiba. A pesar de no ser ya lo que se ha dado en llamar un "joven poeta", tan sólo ha publicado, hasta hoy, cuatro libros: Entretanto (1979), Sin olvidar la humillación (1987), la antología Tiempo ganado al mundo (1989) y el que ahora comentamos, que fue premio "Juan Ramón Molina", de la Dirección General de Cultura de Honduras, en 1988, a pesar de haber sido compuesto hacia 1966. tiene tendencias del modernismo hispanoamericano, Castelar descubre en este poemario, con fuerza y con sensibilidad, un paisaje hondureño que, a veces, ha de ser descrito de manera prosaica, sin admitir sones musicales que podrían desvirtuarlo: "Ciudad volcada sobre el mar, a lo largo de la costa habitada / entre la oscilante constelación (donde se bañan ahora / cuerpos y besos) y la noche de lunas / fluctuantes".
LAODAMIA.......(pequeño fragmento)
Ah, si pudiera arrancar mi huella de tu huella,

dejarte sola, con mi olvido, si pudiera

no recordarte como si no te hubiera conocido, o

habitar la casa mañana:

lugar donde nunca estuvimos.

Ah, si piudiera ser otro lejos de ti,

ser ese otro frente a ti.

RESEÑAS A SUS OBRAS
José Adán Castelar, Venus en el campo, ed. Pez Dulce, Tegucigalpa, 2000.Este poemario escrito en el otoño del poeta, deja, en la primera lectura, una estela de goce y emoción estética. Algo así como el buen vino que se cata y luego se vuelve a probar, convencidos de que el vino añejo es doblemente bueno y grato al paladarVenus en el campo es un libro sencillo, sobrio y enternecedor. Su sencillez lírica contrasta con la maestría de su autor. No puedo eludir la referencia de “Poemas de la vida sencilla”, del clásico del siglo veinte español, José María Pemán.-Fausto Enríque
"LAODAMIA" nos lleva al amor y desamor, al perder y encontrar imágenes y sombras, al recuerdo imborrable del amor perdido del que fue y ya no es. Los poemas de José Adán Castelar son pasión, melancolía, y aún más deseo y tristeza, todo unido nos da una poesía de sensibilidad completa que el lector va a ir sintiendo a medida que lea cada poema.-usuario de yahoo! respuestas

ENTREVISTA hecha por Fausto Leonardo Enríquez


FL: ¿En qué año y dónde nació usted?
JAC: Yo nací, por casualidad, en un lugar llamado Coyoles Central. Digo por casualidad porque en aquellos tiempos, cuando una mujer iba a parir en la Standard Fruit Company, proporcionaban un vehículo que llamaban motocarro. Este motocarro hacía un recorrido en el campo donde estaba la embarazada hasta el hospital de La Ceiba. Eso ocurrió con mi madre. Pero yo estaba muy urgido y reventé la fuente de mamá cuando pasaba por Coyoles Central en el motocarro. Nací en la orilla de la línea, en una choza. Me atendió una partera que todavía la busco –seguramente debe estar muerta– para darle las gracias, porque por ella estoy aquí en este mundo. Nací en un lugar que poco a poco he ido amando, incluso le he escrito unos seis poemas. Nací el 9 de abril de 1941. A los seis meses llegué a La Ceiba. Esa es la confusión que tienen amigos y vecinos de La Ceiba, pero no, soy un campeño de Coyoles Central.FL: ¿Cómo llegó usted a las letras?
JAC: Mi apego a las letras nació, no sé si decir por vocación natural o por iniciativa propia o por un problema congénito, creo que por las tres cosas. Pero más porque necesitaba tener una indentidad. Desde pequeño me gustó leer y escribir. Leí el cuento de Peter Pan, el cual nunca moría, siempre renacía.FL: ¿Qué obras tiene usted publicadas?
JAC: Hasta ahora tengo publicados diez libros y mantengo inéditos nueve. Mis diez publicaciones son casi todas de poesía, sólo uno, que es un relato, , un cuento de nueve páginas que se llama: “La noche en que le cortaron las alas a Supermán”. Este año seguramente publique un libro de cuentos cortos, titulado “Actos de amor y otros actos”. Son unos cuarenta y cinco o cincuenta cuentos cortos. Todos son una parodia, como diría Borges, para quien la literatura es una parodia. Unos están inspirados en la mitología griega, otros en la realidad nacional y otros especialmente tocan aspectos de la guerrilla. Todos mis cuentos se caracterizan por ser pequeños y por tener un final con el verso número catorce de un soneto. He querido publicar toda mi obra, pero como se sabe, la economía mueve al mundo, y a mí no me mueve la economía. Yo entiendo el cuento como un soneto, no con catorce versos, que tenga las tres categorías que tiene el cuento y con un final sorpresa. Para mí el maestro del cuento es el dramaturgo y novelista, ruso, Chejov, quien escribió cuantos sobre cualquier tema. El cuento corto no admite un error.FL: ¿Con cual obra publicada cree usted que alcanzó su madurez como poeta?
JAC: Mi mejor obra es la que mantengo inédita, porque hasta ahora he aprendido a escribir, he aprendido un poco a escribir, a usar un poquito, que no poco, la estratagema de la palabra. He descubierto que la palabra está más viva que yo y que debo respetarla, tanto que sin ella no existo, ella es que la que me da la vida. Antes pensaba que la poesía era mirarla llegar y platicar con ella. Pero no, la poesía, además de ser un acto de magia, es una salvación, una salvación del cuerpo y del espíritu. Yo hago lo que el mestro Eugenio Montale, espero que la poesía me edifique. Por eso es que ahora mi obra no es tan apurada. Utilizo más tiempo para elaborarla. Yo amo la poesía espontánea, la que nace de pronto, la que prácticamente está ahí y surte en un momento de locura o cordura. Después me quedo preguntando cómo es posible que me salió esto tan rápido después de querer escribir un poema y no me sale nada. Ese misterio es lo que todavía me preocupa y estoy aprendiendo a descubrirlo, tal vez en cien años consiga saber cómo se escribe poesía. Con mi libro “Poema Estacional” creo que alcancé lo que yo buscaba. Es un libro plástico, el lirismo es natural, se caracteriza por la musicalidad del verso y una cierta ternura que necesitaba expresar ahí. Hoy en mí no compite lo externo, sino lo interno entre mi poesía de ayer y mi poesía de ahora. Sin embargo, tengo un libro inédito que creo que es lo mejor que he escrito hasta ahora, se titula “Nombrar”. Nombrar a las cosas en su significado natural, inspirada en los grandes maestros griegos, los italianos, sobre todo Montale. Tengo otros libros. Uno de ellos se titula “Poemas viajeros”.